Antecedentes, Yuncos y su afición por el toro
Cuenta la leyenda…, que en una localidad castellano manchega conocida antaño como “Las Ventas de Unco”, hoy Yuncos, era reconocida la existencia de una gran afición entre sus gentes por el mundo del toro. Fueron varios actos, modalidades y festejos los que tenían lugar a lo largo de los años en dicha localidad en cuanto a lo que al mundo taurómaco se refiere. Desde hace más de 70 años, sus festejos eran originarios y tenían lugar en la plaza del pueblo, la cual era empalizada, estando formada por maderas y carros, haciendo de ella un auténtico ruedo para maletillas, cuadrillas de jóvenes vecinos de la localidad y algún que otro novillero. Ésta afición entre sus gentes, daría al pueblo de Yuncos con el tiempo, cierta solera en festejos. Dicha afición quedaría implantada en un futuro, convirtiéndose en tradición todos los años en sus fiestas patronales.
A partir de ese momento, los festejos organizados en esta población por su Ayuntamiento, comienzan a coger mayor entidad, siendo debido ello entre otros motivos, a la dedicación y el sentimiento de los vecinos de la localidad.
Por todo ello, llega el día en que un grupo de jóvenes aficionados taurinos con gran entusiasmo por la fiesta, deciden crear una peña taurina en el pueblo, dicha peña tendría como finalidad encargarse de la organización de festejos tradicionales taurinos, fomentando en gran medida la fiesta nacional y dotando a la población de actividades y festejos con los que pudieran disfrutar y dar rienda suelta a la gran afición del mundo del toro.
Ilusión, sentimiento, corazón, voluntad, perseverancia, resistencia, y mucho sacrificio, fueron entre otros algunos de los valores sobre los que se cimentaron los pilares básicos de dicha peña para cumplir con las expectativas propuestas. Desde entonces, todos los años, en el mes de septiembre y coincidiendo con la celebración de sus fiestas patronales, ésta Peña creada en el pueblo de Yuncos, se encargaba de la preparación de festejos taurinos de diversa índole como (capeas, vaquillas, novilladas entre otras).
El año señalado por la maroma
Tras el nacimiento de la “Peña Taurina El Ruedo” y tras ciertos años de bagaje organizando festejos para el pueblo, llegamos al año 1978, año que marcará un antes y un después en la localidad, ya que los miembros de ésta peña deciden, intentando emular la tradición que tenía lugar en otras poblaciones de origen castellano, la suelta de un toro enmaromado a recorrido abierto por el municipio. Éste sería llevado y guiado con maromas por los jóvenes de la localidad, organizando un festejo cuya tradición e idiosincrasia quedase implantada en el fuero Yunquero. Sobre la modalidad en la maroma o maromas utilizadas y su motivo, hablaremos más delante, pero Yuncos ya se preparaba para albergar en sus calles un festejo único que a día de hoy, todo yunquero conoce desde su nacimiento y se vive con un sentimiento especial.
Desde ese instante, Yuncos estaba de enhorabuena, pues sin saberlo y sin darse cuenta, había decidido entrar en la historia formando parte de uno de los ritos más bellos y ancestrales que tenían lugar en la península ibérica, así como en otros territorios fuera de la misma. Desde aquel mismo momento, así como en años sucesivos y de forma ininterrumpida hasta nuestros días, tendría lugar la suelta por la localidad de un toro enmaromado, siendo conocido éste desde entonces como el afamado y esperado “Toro del Aguardiente«, teniendo lugar su suelta todos los 11 de septiembre sobre las 8:00 o 9:00 horas, día anterior al de la festividad de la patrona de la localidad la Virgen del Consuelo.
El nombre de Toro del Aguardiente, tenía su significación debido a que en el mes de septiembre y en las horas tempranas a las que se corría el enmaromado, las mañanas que preceden próximas a la estación del otoño, son mañanas frescas, motivo por el cual los jóvenes y no tan jóvenes del pueblo se tomaban un chupito de aguardiente, con ello conseguían entrar un poco en calor y sobrellevar el frio antes de la desencajonada.