Toro de Cuerda y el COVID19

Toro de Cuerda y Covid19

Los festejos de toro de cuerda de 2020 se ven afectados por el COVID-19

Entre abril y septiembre se celebran más del 90% de las fiestas de toro de cuerda. Unos festejos que este año se han visto afectados por el COVID-19. «En principio se han suspendido los festejos de abril a junio y la celebración del Congreso del Toro de Cuerda. Las localidades que organizan las fiestas de julio, agosto y septiembre están estudiando todas los posibilidades, pero debido a la situación, lo primero es garantizar la seguridad de las personas, así que lo más seguro es que vayan por el mismo camino si no se dan todas las garantías», explica con resignación Javier Tarín, presidente de la Federación Española de Toro con Cuerda. Aplazarlos para el otoño, como se ha hecho con otras fiestas, es muy complicado, «principalmente porque no sabemos si vamos a poder hacerlo, si van a permitir organizar fiestas en esas fechas».

Cifras económicas y Toro de Cuerda

Una decisión que ha sido muy dura y difícil de tomar para todos los implicados. «A la rabia de no poder celebrar unas fiestas que todos llevamos muy dentro, se suma el saber el coste que va a tener esta suspensión en la economía de nuestros municipios». Porque el toro de cuerda no es solo las carreras, las peñas o la fiesta. También son hoteles y restaurantes llenos, más turismo, más consumo, pequeños negocios locales que aumentan sus ventas esos días… «para los pueblos más pequeños, las fiestas son un pulmón que les permite vivir el resto del año».

Solo hay que ver las cifras para acreditar esta afirmación de Javier Tarín. Por ejemplo, el impacto económico total de la fiesta en Chiva (Valencia) es de 12,7 millones de euros, de los que 6,5 millones corresponden a sueldos, salarios, impuestos y beneficios, ya que se generan unos 140 puestos de trabajo entre directos, indirectos e inducidos, y cerca de 5,5 millones de euros son ingresos del sector terciario (comercio, hostelería, transporte, etc), según un estudio de impacto económico del toro de cuerda en Chiva, realizado por la Universitat Politécnica de València en 2018. Otro ejemplo es un estudio de la Universitat Rovira i Virgili, que plantea tres supuestos escenarios para analizar el impacto económico de los festejos taurinos en las localidades de las Terres de l’Ebre (Cataluña): el más pesimista lo cifraría en 2,6 millones de euros, el optimista lo haría en 6,9 millones y el realista en 4,2 millones de euros.

¿Y el Congreso del Toro de Cuerda?

Porque Teruel estaba organizando con mucha ilusión el XVII Congreso Nacional de Toro de Cuerda que se iba a celebrar entre el 22 y el 28 de junio. Pero tal y como recoge el comunicado de la Federación Española de Toro con Cuerda, el Excelentísimo Ayuntamiento de la Ciudad de Teruel y la Asociación Cultural Soga y Baga de Teruel, «el congreso es un evento turístico de primer orden, con miles de participantes llegados desde todos los puntos del país, a los que debemos ofrecer las máximas garantías sanitarias, algo que no podemos asegurar en las fechas programadas».

Así Teruel tendrá que esperar a 2021, para mostrar a los más de 4.000 aficionados que estaban previstos que visitaran la ciudad, la vinculación y la conexión que tiene Teruel con el toro. Y Grazalema, que era la sede prevista para el XVIII Congreso Nacional de Toro de Cuerda, lo acogerá en 2022.

«La salud es lo primero. Y todas las asociaciones y peñas seguiremos trabajando para que el año que viene los festejos se puedan celebrar. Esperemos que para entonces ya haya una vacuna o un tratamiento médico que nos permita recuperar la normalidad. Y seguro que los disfrutaremos el doble», asegura el presidente de la Federación Española del Toro con Cuerda.

Fotografía: Jesús Parra